03 Mar El síndrome de Sudeck.
Nos ha visitado a la clínica de podología un paciente que sufre el síndrome de Sudeck, también conocido como el Síndrome Doloroso Regional Complejo, es un trastorno doloroso crónico de carácter neuropático que afecta a una o más extremidades, en este artículo te vamos a contar como podemos identificar este síndrome y cuál es el tratamiento más efectivo en estos casos.
El síndrome Sudeck, ¿qué es en podología?
Para explicar correctamente desde el punto de la podología este síndrome, vamos a identificar los dos tipo diferentes que se pueden dar de esta patología podológica:
Síndrome Sudeck Tipo I (Distrofia Simpática Refleja)
Por nuestra experiencia como podólogos en Málaga, podemos afirmar que es más frecuente en personas jóvenes, generalmente causado tras un traumatismo, sin lesión nerviosa específica. El dolor suele ser de tipo quemante, asociado a rigidez articular o muscular, con trastornos en la sudoración y en la sensibilidad.
En una primera fase, aguda, no existe atrofia y hay una respuesta inflamatoria aguda, además las uñas crecen de manera muy rápida. En una segunda fase, distrofia, el dolor se intensifica, aparece edema y cambios en la coloración y temperatura de la piel . En una tercera fase, atrófica, aparece rigidez difusa, alteración del movimiento, sudoración, se enlentece el crecimiento de las uñas, y el vello es cada vez más quebradizo.
Síndrome Sudeck Tipo II (Causalgia)
Lo desencadena una lesión nerviosa. La distribución es regional, limitada a un nervio concreto. El dolor es continuo y espontáneo. Puede aparecer edema y alteraciones circulatorias. La función motora puede estar también alterada, las articulaciones se vuelven rígidas y los tendones y músculos se contraen.
Propagación del síndrome Sudeck
La propagación de la enfermedad describe tres patrones :
- Tipo continuo: los síntomas se propagan de manera ascendente
- Tipo espejo: se propaga a la extremidad opuesta
- Independiente: los síntomas se propagan hacia un lugar distante. Está relacionado con un traumatismo.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico inicial se hace complementando la visita a la clínica con la gammagrafía, donde se aprecia una captación del radionúclidos. La radiografía nos ayuda a orientarnos sobre en que fase se encuentra la deformidad, en función de dónde se encuentren las alteraciones óseas, aunque no ayudan a predecir el pronóstico.
El tratamiento que recomendamos desde nuestra clínica de podología en Málaga, consiste en realizar fisioterapia y rehabilitación para reducir el edema y mejorar la función motora y evitar que la deformidad aumente, y además tratamiento oral para fomentar la calidad ósea, vitamina C para mejorar los síntomas neurológicos y analgésicos para aliviar el dolor.